28 ago 2011

Punta para afilar

River consiguió su tercera victoria en igual cantidad de presentaciones. Sin embargo el 3-1 ante Desamparados de San Juan, fue la más trabajosa en lo que va del Nacional "B".

En la fría noche del Tomás Ducó, se enfrentaron dos polos opuestos, el que mejor se reforzó contra el que apenas trajo 3 jugadores, el que mejor presupuesto tiene contra uno de los más bajos, el que debe ascender para recuperar su lugar histórico ante el que si salva la categoría a fin de temporada estará hecho.

Pero estas diferencias no se vieron en el verde cesped y de no ser, nuevamente, por las apariciones de Lucas Ocampos y Carlos Sánchez hubiece costado muchísimo más abrirlo. El comienzo del juego fue con un dominio repartido en cuanto a la posesión de balón y dándose muestras que el Millonario no estaba fino como en las anteriores presentaciones ya que el "puyutano" estudio bien las armas con las que suele lastimar el equipo de Almeyda.
Por lo tanto, los delanteros sanjuaninos apuraron en la salida a los defensores millonarios y no permitieron que los receptores reciban la pelota de manera cómoda. Esto ocurrio durante los primeros 25 minutos hasta que en una jugada Sánchez pudo desprenderse de su marca, aparecer por sorpresa y poner una pelota de gol a Aguirre, quien en primera instancia no pudo pegarle pero si pudo enviar un centro para que por las espaldas de Fontana apareciese Ocampos para marcar el primer grito de los pocos que estábamos en el Ducó.
Minutos más tarde una salida lenta del propio Fontanta le permitió a Ocampos demostrar su "hambre de gloria" para pasarlo por arriba desbordar y enviar un centro que el Uruguayo transformó en gol tras un cabezazo de pique al piso.
A pesar de esto, y con el final del primer tiempo, River no pudo jamás imponer su ídea y tal fue asi que en el segundo tiempo un error en la salida de Chori Domínguez agarró mal parado a la defensa para que Rosso, empujara un buscapie en el area millonaria.
Luego de esto, volvió a aparecer la categoria de los millonarios para primero dejar a Cavenaghi dos veces de cara a su tan esperado gol, en el primero no pudo y en el segundo el arquero le quitó el remate pero el rebote cayó en los pies de Domínguez quien definió con el arco desguarnecido.
Recién luego del 3-1 River comenzó a hacer su juego y a aprovechar el intento para descontar de la "vibora", lo que provocó dos chances más que el travesaño primero (a Mauro Díaz) y el palo después a Bou le negaron la cuarta conquista al puntero del torneo.

Sin embargo para lo que se viene, River deberá mejorar mucho si se toma en cuenta que el próximo rival será Quilmes, con el técnico más pillo del fútbol argentino. Habrá que ver si con un partido que pinta como complejo desde el vamos, el juego del equipo vuelve a mostrarse sólido ya que los cerveceros seran dificiles de quebrar si no se logra mejorar colectivamente.

Por Marcelo Lavalle


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