No hay dudas con el título. Carlos Sánchez fue el más desequilibrante frente a Desamparados de San Juan. Incluso, el técnico sanjuanino Bonetto afirmó que "con Carlos Sanchez, nosotros ganabamos". Jugó un gran partido y metió su segundo gol en tres encuentros en River.
En su primer partido, contra Chacarita, jugó muy bien y hasta tiró el centro que derivo en el único gol del partido de Juan Manuel Díaz. En el segundo partido, contra Independiente Rivadavia de Mendoza, Carlos Sanchez participó en el segundo gol dando el pase a Cavenaghi que terminó en el rebote aprovechado por Martin Aguirre, y metió el tercero que sentenció el partido con una buena jugada individual.
Y en el partido que se disputó ayer, sabado, el flamante refuerzo uruguayo proveniente de Godoy Cruz fue la gran figura del partido. Porque metió el pase a Aguirre que derivo en gol de Ocampos en el primer gol. Porque metió el segundo de cabeza luego de un centro del juvenil Ocampos. Porque metió el centro que Cavenaghi erró increiblemente. Porque tiró una volea que se estrelló contra el travesaño. Porque metió el centro a Cavenaghi que derivo en gol del Chori Dominguez. Y porque volvió locos a los defensores de Desamparados. Por todo eso (y algunas cosas que se me deben estar olvidando) Carlos Sanchez fue el mejor hombre del millonario, y del partido.
Luego del partido, Sanchez dijo que “uno está agradecido a Matías (Almeyda). Aporta lo suyo gracias a los compañeros que se brindan al máximo. Se nota que hay jugadores de buen pie y uno se siente bien. Sumamos de a tres. Estamos tranquilos con lo que viene”, y además agregó que “me da pena jugar una partido así. Lastima al fútbol argentino. Ver la cancha vacía incomoda un poco”. Pero eso no influyó ni en el resultado ni en el juego de Sanchez.
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