6 nov 2011

¿Hasta cuándo?


Tras un gran partido, donde se ganó con autoridad, no todo fue fiesta en Jujuy. Los del “lobo”, no muy conformes con el rendimiento de su equipo, actuaron con violencia frente a los visitantes. La organización policial no ayudó y más de uno lo padeció.


El partido era “pan comido” para River y marcaba un nivel de juego superior al de su rival. Los hinchas estaban en su salsa y festejando un triunfo que daba respiro. Del otro lado de la tribuna, los jujeños estaban “calentitos” y no por la temperatura que azotó en el Norte. El caos se empezaba a desarrollar y hasta los periodistas la pasaron mal recibiendo amenazas.


Con una mala organización por parte de los policias y con los simpatizantes de Gimnasia fastidiados, comenzaron a soltar su bronca arrojándoles piedras y butacas a los hinchas millonarios. Al finalizar el primer tiempo un policía opinó sobre los disturbios: “Los barras crean toda esta situación para que se suspenda el partido y no terminen perdiendo”. Lo que luego se concretó en una goleada del “Torito” Cavenaghi. Por otra parte, las vallas de contención tampoco daban seguridad a ninguna hinchada y esto lograba que se enfrentarán de manera más cercana. Por suerte, no lograron cruzarse.


Antes de finalizar el partido, los de Gimnasia salieron del estadio y produjeron incidentes afuera del mismo. Destrozando los autos de los visitantes y continuaron arrojando piedras que dejó el saldo de un herido internado en el Hospital. Aún no se sabe su nombre ni su estado de salud. Para el retiro de los micros visitantes, debieron irse con custodia policial porque se estimaba un enfrentamiento entre los barras.


Una vez más, la violencia de apoderó del fútbol pero con suerte no dejó heridos de gravedad. Una lección que no logramos aprender. ¿Cuándo será el día que podamos disfrutar en paz un partido?


Cinthia Acevedo

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